Igual que una vivienda particular, una comunidad de propietarios necesita cada cierto tiempo, obras para mejorar los elementos comunes de la finca, fachadas, patios, cubiertas, … Estas obras se pueden enmarcar en dos tipologías:

Actuaciones necesarias: tienen carácter obligatorio. Aquellas que garantizan el deber de conservación del inmueble y de las instalaciones comunes. Su finalidad es cumplir los requisitos básicos de seguridad, accesibilidad y habitabilidad.

Actuaciones de mejora: no son de carácter obligatorio, pero aumentan la calidad y comodidad del inmueble.

Las reformas financiables deben tener como finalidad reducir al menos el 7% de la demanda energética de calefacción y aire acondicionado, rebajar el consumo de energía primaria no renovable el 30% o sustituir elementos constructivos de la envolvente térmica de la fachada y cubiertas. Se subvencionan, por ejemplo, el cambio de ventanas, la mejora del aislamiento de la envolvente, la instalación de placas solares y fotovoltaicas, de sistemas de aerotermia, etc.

 La rehabilitación de los edificios es una necesidad periódica, ya que con el paso del tiempo los edificios se van deteriorando debido principalmente a los efectos del clima y la contaminación.

Una buena rehabilitación, mantiene en condiciones la salud del edificio y mejora su eficiencia energética.

Las ayudas Next Generation sirven para financiar obras en la comunidad de propietarios que supongan una reducción del 30% del consumo de la energía primaria no renovable, así como aquellas que den lugar a una reducción de la demanda de calefacción o refrigeración.

Pueden solicitar este tipo de ayudas, tanto viviendas unifamiliares como viviendas de comunidades de vecinos.

Debe ser una vivienda construida antes de 1996, con excepción de que se haya hecho alguna obra para la mejora de la accesibilidad o eficiencia energética.

En el caso de las viviendas unifamiliares debe ser 100% el domicilio habitual y permanente. En cambio en el caso de las comunidades de vecinos el 70% de la superficie del edificio (excluida la planta baja) debe ser de uso residencial y el 50% de domicilio habitual.