Las obras mencionadas consistieron en la definición de nuevos espacios y adaptación de los mismos a las necesidades actuales de la Facultad de Medicina de Barcelona, de acuerdo con la normativa vigente en cuanto a nuevos usos, acondicionamiento acústico, térmico, climatización y otros requerimientos vinculados a las nuevas tecnologías.
El edificio, dedicado a la docencia y a la investigación biomédica, esta incluido en el catálogo de patrimonio arquitectónico del Ayuntamiento de Barcelona, con nivel de protección B: Bien Cultural de Interés Local.